Hoy os traemos el reto al que se enfrentaron en el estudio de arquitectura Hiroshi Nakamura & NAP, sus clientes, una pareja que disfruta de la agricultura ecológica querían un hogar japones en armonía con el bosque, económico y con un bajo impacto ambiental. Para ello, escogieron como ubicación Nasu, una conocida zona de veraneo de Tochigi, Japón.
Nasu Tepee, un hogar japones en armonía con el bosque, económico y con un bajo impacto ambiental.
Ya que la ubicación es un sitio ubicado en medio de un denso bosque, tuvieron la idea de que tuviese techos altos para permitir entrar el máximo de luz solar en la casa. Sin embargo, esto conllevaría amplios espacios en los que el impacto ambiental en calefacción y aire acondicionado, ya serían enormes. Por lo tanto, eliminaron el espacio innecesario.
Acortaron el espacio superior de la casa diagonalmente para hacer que los techos fuesen más bajos, en función de la zona en que las personas se mueven por la casa. Lo que dió como resultado una considerable reducción de los espacios, tan solo un tercio del volumen de una casa convencional. Además crearon espacios para sentarse y tumbarse a lo largo de las paredes, lo que invita a la interacción entre sus habitantes. Inspirada en construcciones primitivas como las que se ven en las casas del Período Jōmon, los nativos americanos, africanos o mongoles.
Esta estructura, coincide con las ramas de los árboles que se extienden a su alrededor, permitiendo que la casa tenga un bajisimo impacto ambiental y construyendose sin necesidad de cortar la mayoría de los árboles de su entorno. Un espacio cálido que se mezcla con los árboles, integrandose en el bosque y dejando una huella ecológica ejemplar.